Aunque el término SEO comienza a utilizarse a finales de los años 90s, no es, sino, desde hace relativamente poco tiempo que se ha tomado una creciente conciencia en torno a que, aparecer en las primeras páginas de los resultados de búsqueda (orgánicos), es decisivo no solo para aquellos sitios que proponen comercio en internet, sino, para toda Página Web. En ello justamente se basa el SEO: Posicionamiento Web en Buscadores u Optimización para Motores de Búsqueda.
SEO: Antecedentes del Posicionamiento Web en Buscadores
En un principio, antes de que todo se pusiera mucho más “difícil”, lo único que se exigía, desde el punto de vista del Posicionamiento Web en Buscadores, era exclusivamente que los Web Masters enviaran la URL de las nuevas Páginas Webs a los Motores de Búsqueda y luego ellos se encargaban de explorarla e indexarla (Indizar todo el contenido encontrado) en sus servidores. Pero las cosas han cambiado mucho. Los principales Motores de Búsqueda comenzaron en los años 90 (con el impulso que supuso la aparición de Google) a incorporar y a tener en cuenta nuevos elementos o parámetros (algoritmos) para estructurar la jerarquización ofrecida en sus resultados de búsqueda (conocidos como SERPs).
Inicialmente los Motores ocultaban aquellos aspectos que sus algoritmos tenían en cuenta para valorar y ofrecer los resultados de las búsquedas, pero una vez que hicieron públicos, al menos una parte de ellos, se desató una verdadera carrera SEO dirigida a garantizar un supuesto Posicionamiento Web en Buscadores Orgánico o Natural por parte algunos Web Masters que, a ultranzas,deseaban generar cada vez más tráfico hacia sus Sitios Web o Plataformas de Comercio Online cualquiera que fuere.
Nada importaba entonces para algunos Administradores Web, quienes advirtieron que había que posicionar primero en los resultados de búsqueda a toda costa y muchas de esas prácticas de algunos SEOs comenzaron a ser consideradas “ilícitas” por Google, que desde su nacimiento se constituyó como el MOTOR DE BÚSQUEDAS por excelencia. Es por ello, fundamentalmente que, el gigante tecnológico norteamericano, en el año 2011, además de otras tantas actualizaciones que ya había previamente realizado (desde 1992), actualiza su algoritmo denominado Panda para penalizar, en materia de posicionamiento web, a los sitios o portales que incorporaban contenido considerado duplicado por provenir o haber sido extraído de otras fuentes en línea (online).
Posteriormente en el año 2012 Google incorpora una actualización de su algoritmo denominada Penguin, la cual penaliza, entre otros, a aquellos sitios web que ejercían prácticas manipuladoras para potenciar su Posicionamiento Web en Buscadores. Muchos sitios se vieron afectados y algunos de ellos aún no se recuperan del golpe que esto significó para ellos, pero las actualizaciones punitivas no terminan aquí. Durante el año 2013 Google anuncia la actualización Colibrí de su algoritmo (que pretende enfocar las búsquedas hacia un lenguaje “humano y natural”), la cual, aseguran, fue diseñada, entre otras cosas, para aumentar la comprensión semántica del Motor de Búsqueda y beneficiar aquellas Páginas Web que más coherencia semántica ostentan sobre las que más errores o carencias presentan en este sentido. Cabe aclarar que esta última actualización es la base de lo que en Google se considera como la cumbre de los elementos que puntúan a favor de una Web y del Posicionamiento Web Orgánico en sí mismo: el contenido; y que, a mi juicio, es la antesala de lo que hará que Google se muerda su propia cola; no por parecerme descabellada la intención, sino porque ya podemos observar que lo que es un objetivo primordial para el Gigante de Internet terminará siendo a todas luces, y contradictoriamente, la causa de que Internet precisamente continúe siendo un basurero cada día más basto… Un basurero con restos o residuos “originales” (como ellos llaman), pero residuos al fin… Esto, ya sabemos, muy a pesar de lo que desde Google se pretende… Ellos aseguran ser “todo lo contrario”.
En resumen, consideramos que lo anterior no ofrece mayor margen de dudas en la historia del SEO, La Optimización para Motores de Búsqueda y el Posicionamiento Web Orgánico-Natural. Queda claro que la Optimización de una Página Web para Motores de Búsqueda, que esté dirigida a ese Posicionamiento Natural u Orgánico, presupone la necesidad de optimizar tanto la estructura de la Web, como su contenido, limpieza del código de su programación, o las condiciones de accesibilidad y usabilidad, entre muchos otros aspectos.
De igual forma la Notoriedad de la Página Web (asociada a su Autoridad) marcan una gran diferencia ante Google y esto no se consigue exclusivamente haciendo ajustes internos en Sitio o la Página Web; esto solo es posible demostrarlo con las menciones (y los tipos de menciones) que de una Página Web se realicen en la Red, la cantidad de veces que se comparten sus contenidos y la popularidad que ella ostente. Uno de los termómetros con el que Google se basa para medir tales parámetros radica, ni más ni menos, en las Redes Sociales; algo que al final, además solo conseguirá perpetuar lo más frio y banal de dichas plataformas virtuales, porque popular y valioso para nada son sinónimos y los efectos de tales políticas ya son evidentemente apreciables a día de hoy…
Desde luego y muy grosso modo podemos resumir que, la eficacia o efectividad del Posicionamiento Web en Buscadores depende, entonces, de la Optimización a que ha sido sometida la Web (cualquiera que fuere esta) dirigida a potenciar el reconocimiento que de ella realizarán en Internet los diversos Motores de Búsqueda. Dicha Optimización ha de realizarse entonces en las dos fuentes o direcciones: En la propia Página Web y Fuera de ella.
(Recomendamos consultar la continuación de este artículo en: Posicionamiento Web en Buscadores u Optimización para Motores de Búsqueda: El SEO hoy)
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